La decisión dependerá de cada mamá y del ritmo de vida a la que esté y quiera acostumbrar al bebé.  

Es bueno acostumbrarlo al baño en las mañanas, así cuando haya algún compromiso el pequeño sabrá que debe ducharse temprano antes de salir de casa o para ir a la escuela. Uno de los puntos importantes en contra es que cuando estamos acostumbrados a bañarnos por las mañanas y salir somos más propensos de contraer alguna enfermedad respiratoria. 

Cuando tomamos la ducha nuestros pulmones se llenan de vapor caliente del agua, al salir a la calle y respirar el aire frío podemos hacer que nuestros pulmones colapsen y suframos algún paro respiratorio. Salir a la calle después de ducharse y taparse boca y nariz con alguna bufanda.

Sí eres amas de casa probablemente te convenga duchar al bebé, apapacharlo y hacer que duerma pero a las dos horas o tres va a despertar de la siesta y eso hará que dejes tus actividades para dedicarle tiempo de nuevo y darle de comer o cambiarle el pañal.   

En cambio, sí lo bañar por la noche, el agua tibia puede lograr que se relaje de lo que ocurrió en el día y que caiga profundamente dormido durante toda la noche, que es lo que a otras mamás nos conviene. Varias de nosotros creemos que es más fácil hacer que nuestro pequeño duerma temprano y así hacer algunas cosas de la casa o ayudar a los demás hijos en lo que tienen por hacer. 

Hay que poner en la balanza a qué hora preferimos bañar a nuestros pequeños. Un niño que duerme temprano será mucho más fácil de despertar para que vaya a la escuela y rinda en las actividades diarias. Y en el caso de los bebés despertar temprano pero igual tomar más siestas a lo largo del día.